jueves, 30 de mayo de 2013

111. Recomendaciones de la Unión Europea; el sutil aroma de una amenaza

El edificio “Juste Lipse”, sede del Consejo de la Unión Europea. Las Recomendaciones del Consejo Europeo plantean nuevos incrementos de impuestos y eliminaciones de diversas deduciones fiscales, a la vez que se porclama la necesidad de acciones que disminuyan el deterioro que están geenrando las políticas de recoretes que avalan la Unión Europea.



Ayer se hizo pública la Recomendación del Consejo de la Unión Europea  de 29 de mayo relativas al programa nacional de reformas 2013 de España. Estas recomendaciones, a medio camino entre un regañina de una hosca madrasta y una oferta de Michel Corneolone que no podremos rechazar, son objeto de nuestra entrada.

De entrada destacamos varios aspectos generales. Lo primero a precisar es que, al contrario de lo recogido en multitud de medios de comunicación, no se trata de un documento de la Comisión Europea sino del Consejo, órgano donde se encuentran representados los 27 gobiernos de la Unión Europea, también España. Lo segundo es que las recomendaciones son sobre todo respuestas que respaldan el programa nacional de reformas de 2013. Las medidas estás allí; factor de sostenibilidad de las pensiones, retoques en la reforma laboral, políticas activas de empleo,…Las recomendaciones no innovan y no discrepan de lo dispuesto allá salvo  en cuestiones de matiz o de fecha.
En tercer lugar, es necesario plantearse si la Unión Europea posee competencias sobre los temas en qué efectúan estas recomendaciones. Es claro que los temas de las recomendaciones no se encuentran en las competencias específicas de la UE (art. 3 TFUE), ni en las compartidas (art. 4 TFUE) ni en las de apoyo (art. 6 TFUE). Es cierto que el art. 5 del TFUE establece como competencia especifica de la UE la coordinación de las  políticas económicas y de empleo, pero las recomendaciones no son un ejercicio de coordinación de esos temas a nivel europeo; poseen un único destinario y en esos temas los diversos países europeos poseen distintas regulaciones y situaciones. Puede entrar dentro de las competencias europeas lo referente al déficit y la deuda pública, pero no la fórmula concreta de  disminuirlas, en este caso absolutamente neoliberales. Como dice Bernard Cazeneuve, que fue  Ministro de Europa en Francia, "Europa se está convirtiendo en un reformatorio”; Europa se ha convertido en una madrasta. La Unión Europea se ha convertido en un ente más neoliberal que el FMI, fábrica de esa ideología tendenciosa.
En cuarto, la función de esas recomendaciones, por tanto, no es tanto la de imponer unas condiciones que el gobierno del PP no quisiera desarrollar como funcionar de coartada a la política de recortes del PP. Las instituciones europeas son una maniobra de “tirar para arriba para que caiga para abajo”; los estados sugieren los temas que luego les recomiendan desde la unión, pero ya no son los gobiernos implicados los responsables directos. La gobernanza conjunta enmascara la responsabilidad. Es una fórmula de evitar o disminuir los conflictos internos frente a esas políticas de recorte. De ahí que los políticos neo liberales dicen amen, mientras los que defienden una opción más blanda como François Hollande reaccionan de una manera más airada.
Aun así, es indudable que las recomendaciones poseen los rasgos de una imposición, de una extorsión, de una amenaza a penas velada, pues de no cumplirse las recomendaciones, la Unión Europea recrudecerá las presiones sobre el déficit y la deuda.
Entre las recomendaciones de concernientes a la seguridad social y al derecho laboral se  incluyen menciones específicas:
  • a la regulación del factor de sostenibilidad a la que se pone como límite de aplicación este año. Además, se especifica que incluya que la edad de jubilación vaya aumentando en función del aumento de la esperanza de vida.
  •   a reforma del mercado de trabajo cuyo fecha de límite se fija para julio. Aquí se admite la posibilidad de un nuevo ajuste  para septiembre de 2013
  •    con respecto  al empleo se insta a adoptar el Plan Nacional de Empleo de 2013 a más tardar en julio de 2013, y efectuar  una reforma  rápida de las políticas activas del mercado de trabajo. Además dentro de este tipo de políticas se insta a reforzar y modernizar los servicios de empleo público y a reforzar la eficacia de los programas de recualificación para los trabajadores de más edad y de escasa cualificación. También se recogen cuestiones más formales como la aplicación el portal único de empleo y se bendice el incremento la intervención privada en este ámbito. Sobre el desempleo juvenil se recomienda aplicar las medidas de lucha contra el desempleo juvenil expuestas en la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013/2016, incluyendo, una garantía juvenil imprecisa.
  •    al aludir a la educación y la formación para el mercado de trabajo se aconseja al gobierno a proseguir  la labor encaminada reducir el abandono escolar prematuro y potenciar la educación permanente y uno se pregunta cuándo lo comenzado el gobierno esa labor.

El problema más inmediato es que los órganos europeos  empiezan a ser  conscientes que esas políticas no consiguen el objetivo inmediato para el que fueron diseñadas, no bajan el déficit de manera tan eficaz y además los costes sociales afectan a la demanda interna por lo que en parte son los responsables del estancamiento. Si todos bajan los costes laborales y la demanda interna  se  desploma por tanto ¿Quién comprará? No hay planes de estimulo, ni políticas orientadas al crecimiento. Los pronósticos son grises, muy grises.

De ahí el aire de flexibilización y de llamada estúpidas a  adoptar y aplicar medidas para reducir el número de personas con riesgo de pobreza o marginación social. Decimos estúpidas porque ese riesgo es consecuencia de las políticas de recorte y devaluación interna y, además, esas políticas no pueden suponer incremento de gasto público, políticas de rebajas de más por menos. Son por tanto humo,

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