sábado, 16 de febrero de 2013

93. Lecciones del asunto Bárcenas (II): O tontos o infractores

En la foto se ve a Bárcenas quizas calculando su nueva liquidación, tal y como sugiere el cartel pero que no se expondrá al público porque seguro que lastimaria las sensibilidades más impresionables



Estos días se ha difundido que Bárcenas ha estado recibiendo una retribución mensual de 12.000 €  por parte del PP que también se hacía cargo de las cotizaciones a la SS, pero según el PP entre ambos ya no existía relación laboral. 

El trato del PP a este "trabajador" como el otorgado en su día a Sepúlveda, al que no podían despedir porque el Estatuto de los Trabajadores le amparaba, contrasta con los planteamientos del PP plasmados en  la reforma laboral, aunque quizás todo se explica porque de Bárcena y de Sepúlveda  los del PP han podido decir siempre que son uno de los nuestros, aunque ahora parezca que les da un poco de vergüenza (pero sólo en público).
El PP, por boca de Floriano, ese esforzado portavoz y profesor de economía que no de Derecho de Trabajo, ha dicho que se le despidió en 2010 rompiéndose la relación laboral en aquella fecha. El pago de la indemnización se hizo de común acuerdo de manera fraccionada hasta diciembre de 2012, abonándose hasta esa fecha las cotizaciones a la seguridad social. Floriano, haciendo gala de que sus conocimientos jurídicos los deja para sus vida académica, ha dicho para justificar este proceder que"No es ni la primera vez que se hace ni supongo que será la última, es algo que se viene haciendo y lo hizo el PP", y que no es fraudulento cotizar aunque la relación se hubiera extinguido ya.  El otro día en otra entrada hablábamos del contraste entre la dureza de la norma y la ligereza de su aplicación como una de las características de nuestro sistema jurídico. Y he aquí que el PP acude a la habitualidad para justificar el incumplimiento de una norma. Surrealista. El portavoz del partido en el gobierno admite un ilícito recurriendo a la habitualidad de ese práctica.
Fraccionar el pago de la indemnización, obviamente, no plantea problemas de orden legal, pero mantenerle dado de alta y cotizar por él, cuando se ha extinguido la relación es raro, anómalo, y se sitúa en lo que se puede denominar simulación, mantener una ficción de contrato cuando éste no existe. Sin entrar en  profundidades de ser cierta  la afirmación de Floriano las cuotas no eran procedentes en absoluto y el PP habría cometido una infracción de normas laborales (por ejemplo, del art. 23.1.e de la LISOS).
La alternativa es que siguiera trabajando para el partido, extremo que nada tiene de ilícito, pero que releva una cierta connivencia; podríamos sospechar que compraron su silencio con el mantenimiento de la relación laboral. Y ese acuerdo, saltó por los aires ante la evidencia de los dineros escamoteados por Bárcenas (22 millones €).
Digámoslo a lo claro: O mienten o defraudan. No es necesario entrar en argumentaciones, porque en las dos alternativas el PP hace un papelón, pero si se hubiera fijado una indemnización se podría al menos presentar la cuantía para que se verificarán las cuentas, por ejemplo, 12.000€  por 28 mensualidades da un montante  de 336.000€ (algunas fuentes han hablado de 400.000€ de indemnización peros sin aportar el desglose mensual). Tampoco sería dificil presentar el finiquito, si existiera, claro.
Para no asumir el coste político de haber mantenido a Bárcenas dentro de su aparato hasta diciembre, el PP prefiere admitir la comisión de un ilícito laboral. En cualquier caso resultan un tanto tontos y chirenes.

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