¿Para qué sirve un sindicato? Último libro de Antonio Baylos, que recomendamos, y que nos sirve de pretetxto para hablar sobre ese tema |
Hemos tenido la oportunidad de leer el libro de Antonio Baylos (Para qué sirve un Sindicato. Instrucciones de uso. Catarata, Madrid, 2012).Es un libro conciso y didáctico, “peleón” sin duda, pero todo ello sin menoscabo del rigor técnico. Es un trabajo lucido y honesto, escrito desde una posición ideológica concreta, claro, pero sin sectarismos. A nuestro juicio destacan las páginas que dedica Baylos a replicar las críticas interesadas contras el sindicato, por la contundencia de sus argumentos y por la actualidad del tema. Es un libro cuya lectura recomendamos porque nos ayuda a comprender un poco más la situación en la que estamos.
Su lectura nos ha sugerido ciertas
reflexiones, no divergentes a lo escrito por Baylos sino complementarias, sobre
este tema que exponemos a continuación,
1)
¿Para qué
sirven los sindicatos?
La respuesta
inmediata es simple y, sin embargo, cierta: para defender a los trabajadores.
Si no existieran habría que inventarlos, pues la realidad sería peor sin ellos.
El propio término sindicato remite a sindico, que sugiere la idea de
protección o defensa (todavía así en nuestro derecho) y a comunidad. La defensa de los intereses de los trabajadores por su
unión, presente también en la terminología inglesa, Trade Unions, es lo que caracteriza al sindicato.
Esto es claro con respecto a los intereses directos de los trabajadores, pero
también desde una perspectiva global de toda la sociedad, y aún más en estos
tiempos de crisis. Hay escalones que es fácil descender y que, sin embargo, es
muy difícil subirlos de nuevo. Frente a tanta presión de medios financieros y económicos
y de una gran parte de los medios de comunicación, los sindicatos suponen una de las pocas
barreras a tanta glosa por el descenso de las condiciones de las condiciones
sociales, descenso que tendría desastrosas consecuencias sociales, pero también
económicas. La propia crisis actual evidencia que las grandes compañías
financieras se equivocan y que las
consecuencias son funestas para todos. Frente a sus “soluciones”, que
reivindican allanar y recortar los derechos sociales y laborales, la posición
sindical de defender al máximo esos derechos parece un oasis de sensatez ante
tanto desatino. Ellos siempre castigan la crisis en cabeza ajena, en la
nuestra. Sin los sindicatos la ideología neoliberal dominante en Europa
arrasaría con su política de tierra quemada y austeridad para el pueblo,
mientras nos endeudan para sufragar sus chiringuitos financieros
2) ¿Qué es
un sindicato?
Un sindicato
es una asociación particular, mejor dicho, voluntaria de trabajadores. Por ahí
se aleja de otras formas asociativas profesionales como gremios y colegios.
Ahora bien, por naturaleza todo sindicato pretende representar y defender a
todo el colectivo de referencia, sea este un grupo particular de trabajadores,
sea la totalidad de los mismos. De este contraste, ser una asociación
particular con fines generales, nace tanto la pluralidad de opciones (el
sindicato se declina en plural, tal y como gráficamente asevera Antonio Baylos),
como la vocación abierta de cada una de ellas, los sindicatos no se limitan a
defender a sus sindicados, sino que pretenden abarcar a la totalidad de los trabajadores. Sin un
proyecto global, si se limitan defender
a los propios, a los afiliados, no sería un sindicato, sería otra cosa.
3) ¿A quién representan los sindicatos?
De acuerdo con
esa vocación de globalidad que caracteriza a los sindicatos estos tienden a
representar a todos los trabajadores. A través de los 3 sistemas de
representación (asociativa, electoral y negociadora) los sindicatos representan
a la inmensa mayoría de trabajadores. Las criticas de falta de representación
de los desempleados son interesadas, responden al dogma liberal de cuanto peor,
mejor (cuantos menos derechos, más empleo) inverificable, incierto y engañoso.
¿Acaso se está
abogando por la asociación de desempleados al margen del sindicato, la asamblea de
parados[1]? No, se reivindica la ausencia
sindical, la menor defensa para que las condiciones de empleo sean más baratas.
Es cierto que
la afiliación de los parados y también de los precarios es menor[2]. Pero eso no significa que
tal representación no exista o que no deba existir. No responde a una renuncia ni
a una querencia del Sindicato.
4)
¿Qué riesgos
padecen los sindicatos?
Nada es inocuo, todo conlleva riesgos, en tanto
que es imposible eliminar y a menudo prever las consecuencias no queridas de
las propias acciones. Hablamos de riesgos o peligros, no de caminos
intransitables o prohibidos. En concreto, las opciones organizativas conllevan
unos riesgos o disfuncionalidades que es necesario ponderar y sopesar. Distinguimos
una serie de ellos, tratados todos ya por Antonio Baylos, como son los
derivados de la institucionalización, la representación “política” y los
propios de la financiación.
5) Así,
la institucionalización, la
participación institucional por parte del sindicato, puede generar
burocratización e integración en el aparato de poder. La corriente anarquista
siempre ha expresado una gran reluctancia a la participación institucional y a
la concertación social. Sindicatos tradicionales han desarrollado una posición
muy crítica sobre estos aspectos. ELA-STV, por ejemplo, ha pasado de generar en
gran medida esos sistemas de concertación social (consejo de relaciones
laborales, Preco, etc.), dada su posición dominante en el mapa sindical vasco,
a una posición muy crítica al respecto.
El poder
mancha, contamina y corrompe. Su proximidad adocena a las personas más
contestatarias y rebeldes, pero recordando a Sartre si el poder está ahí, entre
el fango y la sangre, ¿es posible tocarlo siquiera sin mancharse las manos?
La estampida
del Presidente del Consejo del Poder judicial o la situación procesal del ex-presidente
de la CEOE,
ilustran bien la dimensión individual de esa contaminación y podredumbre. Pero
también se percibe una vertiente colectiva de sufragar gastos de
organizaciones, de intercambios de favores entre poderes, etc. (Gurtel, cajas,…)
En cualquier
caso, sin negar estos peligros se debe subrayar que el nivel de integración en
el poder de los sindicatos es escaso comparado con el de los partidos políticos
y para evidenciarlo basta con constatar que el mapa sindical está menos a la
derecha que el de los partidos políticos. El poder no sólo corrompe, también potencia
las posiciones conservadoras y reaccionarias.
6)
El modelo de representatividad
basada en elecciones sindicales conlleva diversos riesgos. Ab intra, la representatividad aproxima al modelo político de
partidos y desconecta al sindicato del modelo de afiliación. ¿La baja
afiliación está conectada con esta representación institucional derivada de las
elecciones sindicales? Antonio niega la mayor, no existe escasa afiliación o al
menos la tasa de afiliación está subiendo. Tal vez, pero sí parece existir una
densidad sindical menor que en otros
países europeos[3].
Quizás eso se explique en parte porque allá donde las tasas de afiliación son
muy altas los sindicatos poseen una funcionalidad protectora desconocida aquí
(Sistema Ghent de gestión del seguro de desempleo, por ejemplo). Es posible que
ciertos rasgos del sistema jurídico español no presionen a favor de la afiliación,
como la prohibición del closed shop o
la aplicación de los convenios a todos los implicados en el ámbito de negociación
(por el principio de no discriminación). Palomeque (2010) estima que la muy elevada audiencia electoral de los
sindicatos, corrige de modo decidido,…, las consecuencias negativas de una, con
certeza, baja tasa de afiliación
de los sindicatos españoles[4].
Es cierto, pero es difícil discernir hasta qué punto la representatividad
electoral sólo complementa la representación asociativa o, además, perpetúa la
escasez de la afiliación.
En cualquier
caso, el modelo político de representación posee una gran fuerza sobre el
asociativo: da más libertad a los representantes, posee un halo público,
conlleva una idea de pluralidad y democracia,…Por todo ello no es difícil
entender que presiona al modelo asociativo, que sin embargo, es el definitorio
para el sindicato: Pueden existir sindicatos sin participación electoral y sin
representatividad (CNT), pero no que renuncien a la afiliación.
7) En
cualquier caso para entender el modelo se debe tener en cuenta la historia
sindical donde los sindicatos clandestinos fueron capaces de amortiguar y casi
de implosionar el sindicato vertical. A diferencia de la política y a pesar de
la afiliación obligatoria y de los medios con que contaba no hay grandes
rastros de aquel sindicato vertical en el actual espectro sindical. En aquel contexto sindical
las elecciones sindicales sirvieron para
generar cuadros, posibilitar alternativas a lo oficial y para mantener una
mínima organización. Además se generó una tendencia de organización entorno a
los organismos unitarios de empresa (comités y delegados). De alguna forma la
representatividad conjuga la libertad sindical con esa historia
8) Pero,
a lo crudo, ad extra ¿esa
representatividad da ventaja a los sindicatos mayoritarios? Tal vez[5].
La representatividad irradiada les permite llegar a lugares donde carecen de
afiliación y montar una estructura o influir en la negociación colectiva. Pero,
como evidencia el propio mapa sindical del País Vasco no impide otras mayorías,
ni les dota de representación allá donde no la tienen[6].
Por otro lado, el criterio de la representatividad electoral cumple con
eficacia a la hora de suministrar una pauta para la vertiente institucional,
que no social, del sindicato.
Tienen razón
Antonio cuando afirma con contundencia que la situación sindical es diferente
de la política, no hay alternativas entre opciones. No existe un Pacto de El
Pardo que haya instituido los turnos en el gobierno. Estamos ante una diarquía,
ante una situación de cuasimonopolio pactado. Pero, ¿la situación sería
radicalmente distinta de medirse la representatividad sindical de otra manera?
Por ejemplo, ¿a través de afiliación sindical? Nosotros sospechamos que en lo
sustancial los datos serían muy similares.
Es posible que su
diseño prime a ciertos sindicatos en el ámbito de la pura negociación colectiva
(a través de la irradiación de la representatividad y de la mayor representación).
Quizás fuera deseable que la representatividad se complementase con otros
datos, referidos, por ejemplo, a la afiliación. O se podría descender el rigorismo
para alcanzar la categoría de sindicato representativo de comunidad autónoma
(15% y un mínimo de 1500 representantes son demasiados en comunidades, como
Navarra[7],
uniprovinciales y sin demasiada población)
9)
La financiación es otro riesgo, sobre toda aquella cuya
función a priori no es la financiación sino otra. No
corregimos nada de lo afirmado por Baylos sobre la escasez de la financiación
directa y sobre el carácter formativo de las acciones entorno al sindicato que
generan mayor trasiego de dinero. Con todo, no es difícil que se susciten dudas, alentadas por una línea
mediática antisindical, sobre una cierta función oculta de financiación de los
sindicatos y aún más de las patronales (dato que esos medios silencian). La
mejor solución seria la luminosidad, cuentas claras y una financiación de los
sindicatos privada y pública cristalina
10) Para
finalizar, sería deseable una evaluación de cómo ha funcionado esta política de
concertación y participación institucional, ¿Qué frutos ha dado?, ¿qué
consecuencias ha generado? Una especie de historia o balance de la política
sindical de los últimos años que bien pudiera efectuarla Antonio Baylos. Ahí
queda el envite
[1]
Recuérdese que el art 3.1 de la
LOLS prohíbe los sindicatos específicos de parados y de otras
categorías concretas de trabajadores (jubilados, incapacitados, etc)
[2] Como se constata en el informe Holm-Detlev K y Calleja, J. P. (2011): (“Los
determinantes de la afiliación sindical en España”, Observatorio Confederal de Afiliación, 36.58 los colectivos de reciente incorporación al
mercado laboral están infrarrepresentados en los sindicatos. Así, por ejemplo
los trabajadores temporales tienen una afiliación menor en un 50% que los que
poseen contrato indefinido. Más escasa aún es la afiliación de los extranjeros (7,5%)
o de los jóvenes (menor de un 8%)
[3]
La tasa de densidad de la
afiliación sindical es bastante baja en el contexto europeo, entre un 20 y un
29%, mientras que la mayoría de los países europeos poseen tasas bastante
más altas. European Foundation for the Improvement of
Living and Working Conditions (2009): Trade
union membership 2003–2008
[4] Palomeque, C. (2010): “Una caracterización del sistema sindical español (2010) en blog del autor http://manuelcarlospalomeque.blogspot.com.es/2011/02/una-caracterizacion-del-sistema.html
[5] De hecho las Leyes 11/1994, de 19 de mayo, y 18/1994, de 30 de junio,
que modificaron las normas electorales para la representación de los
trabajadores asalariados y funcionarios y que dotaron al sistema de algunos de
sus rasgos actuales, fueron objeto de previo acuerdo con UGT y CCOO.
[6]
Según el Eustat a 31.12.2012 los resultados de
las elecciones sindicales daban el siguiente mapa sindical (se han
excluido las opciones con menos de un 5% de representación): UGT 12,4 %, LAB
17,3%, COO 19,9% y ELA-STV 39,8%.
[7]
La representación de los elecciones sindicales en Navarra mantiene una cierta
estabilidad donde UGT obtiene casi un 30%, CCOO entorno al 25, ELA-STV el 21 y
LAB el 13%.
Querido Mikel, te voy a poner alguna de estas reflexiones en el blog. En cuanto acabe la bienvenida y mani de los mineros. Mil gracias por la nota. Abrazos
ResponderEliminarNo te avise para no obligarte a escribir una replica, pero se agradece. Antes de fin de mes te escribo en privado sobre proyectos.
ResponderEliminarUn abrazo
Mikel Urruti
hey gracias por esta demostracion de que es el sindicato me salvaron la patria
ResponderEliminarNadie te salva, Nadie nos salva
ResponderEliminarSolo nosotros podemos intentarlo y el sindicato es solo un instrumento en nuestras manos.
Correcta reflexión de este interesante libro, es muy notorio el vasto conocimiento que usted tiene sobre el tema de los sindicatos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarHola si a mi vienen y me incluyen en un sindicato sin mi aprobación sin firmar nada me deacuentan, hay están pasando a llevar mis derechos. En ese caso que se puede hacer gracias
ResponderEliminarNo pueden obligarte a sindicarse ni cobrarte cuota sin tu expresa aprobación
Eliminardile al banco que no te cobren la cuota o que la devuelvan y si esta es en la nomina expresa por escrito a la empresa un Burofax con acuse de recibo y al sindicato en cuestión
S.A.E sindicato.albaniles.espana@gmail.com Director de comunicaciones Jorge Meroño Del Val un saludo atentamente
No pueden obligarte a sindicarse ni cobrarte cuota sin tu expresa aprobación
Eliminardile al banco que no te cobren la cuota o que la devuelvan y si esta es en la nomina expresa por escrito a la empresa un Burofax con acuse de recibo y al sindicato en cuestión
S.A.E sindicato.albaniles.espana@gmail.com Director de comunicaciones Jorge Meroño Del Val un saludo atentamente
Soy cubano y tengo dudas sobre la funcion de nuestro sindicato en nuestro centro de trabajo estoy interesado en saber mas informacion sobre el sindicato y sus fucniones estoy interesado en el libro ?Para que sirve un Sindicato? pero en todos los lugares que entro para verlo me dicen que tengo que pagarlo y no engo dienro para comprarlo en Internet cualquiera que lo tenga en Formato digital o PDF le agradeceria que me olenviara a este correo metros1982@nauta.cu y si tienen documentos sobre las luchas sindicales o sobre el tema por favor envienmelos necesitamos despertar de los abusos pero no tenemos las herramientas para luchar
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