sábado, 1 de junio de 2013

112. Banqueros metidos a propagandistas


Luis María Linde en su primer informe anual aboga por medidas restrictivas de los derechos de los trabajadores. Como su predecesor en vez de vigilar y controlar el sistema financiero los gobernadores del Banco de España se dedican a proponer una vuelta de tuerca en las condiciones de trabajo


El gobernador del Banco de España, ha abierto la boca y ha dicho MU. En el informe anual del  Banco de España de  2012 se proponen como medidas para crear empleo posibilitar la contratación por debajo  del salario mínimo y adelantar las modificaciones de las pensiones.

Analizando con más en detalle entre las medidas mencionadas en el informe del 2012 del Banco de España supuestamente orientadas  la creación de empleo a corto plazo y facilitar la flexibilidad de los salarios se incluyen las siguientes:

  •  evitar que el salario mínimo actúe como una restricción para grupos específicos
  •  asegurar que la reducción del alcance de las cláusulas de indexación salarial no se revierta en fases de crecimiento económico.
  • establecer fórmulas que permitan la desviación temporal respecto a las condiciones establecidas en la negociación colectiva,

Además se instan modificaciones del sistema de pensiones, medidas que además resultarían complementarias de las que necesita el mercado de trabajo. Según el informe estas medidas,  sin impacto apreciable en las condiciones laborales y sociales actuales, confirmarían la voluntad reformista de la política económica del gobierno. Lo importante es el gesto. Estas modificaciones incluyen la creación de un factor de sostenibilidad y anticipar la entrada en vigor de la reforma de pensiones en curso.

Uno entiende que los gobernadores del Banco de España,  a la vista  de su eficacia como fiscalizadores de las actividades financieras y especulativas, les sobre tiempo para adoctrinarnos sobre las relaciones laborales. A nosotros, eso sí, nos resulta un tanto impúdico que un tipo que gana más de 80.000 en 6 meses en una institución pública,  nombrado a dedo, les diga que si quieren ser contratados deben bajar sus salarios por debajo del mínimo a los desahuciados del sistema laboral. 

Esta recomendación parte de una visión de las relaciones laborales restrictiva, que ya era rancia a principios del siglo XX, explicadas solo por la ley de la oferta y de la demanda en ese ámbito. La contratación laboral, se nos viene a sugerir, solo depende del precio del trabajo, se obvia todo las demás circunstancias. De ahí, que se entienda que si existen tantos desempleados es porque el salario mínimo ha actuado de manera restrictiva a su empleabilidad. Cuando interesa se airea una consideración de las relaciones laborales  que las presenta como algo autónomo, encerrado en  sí misma, incluso autista
Por otro lado, ¿cuánto se propone bajar los salarios?  Y si no funciona, ¿cuál será el remedio que nos propondrá entonces el Gobernador? ¿Bajar más los salarios? ¿Regalar el trabajo? ¿Pagar por conseguirlo?
Como nos se efectúa ninguna referencia a la jornada, seguramente se nos estas recomendando una versión castiza de los minis jobs, pues los minisalarios vendrían con maxi jornadas. Piensa el gobernador que ¿se puede sobrevivir con salarios por debajo del SMI y sin ayudas sociales?
Las otras medidas laborales tampoco nos dejan fríos. Una porque ya era posible antes de de que la propusiera el Gobernador, el descuelgue salarial por inaplicación  del convenio colectivo correspondiente no es una novedad. La otra tampoco tiene desperdicio, pues se trata justo de lo contrario que en la caso de la contratación por debajo del salario mínimo, pues ahora es establecer instrumentos para que no opere la indexación salarial en caso de crecimiento, esto es se recomienda mantener artificialmente bajos los salarios. A favor del viento cuando sopla así y sino en contra del viento.El mercado se invoca cuando conviene.
En el fondo la utilidad de estas proclamas no es otro que la de crear un clima, una atmósfera que promocione y justifique las futuras acciones del gobierno. Se habla una y otra vez de ciertos temas, hasta convertirlos en tópicos, hasta hacerlos verdad y necesarios. Pero son maniobras interesadas, propaganda desde las alturas.

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