miércoles, 1 de mayo de 2013

106.Panorama en el 1 de mayo



 
Este es un  cuadro de Vicente Cutanda muy adecuado para el día; "Preparativos del 1 de Mayo" (1894), Museo de Arte Moderno de Bilbao

En un día como hoy comentamos algunos de los rasgos económicos y sociales de los últimos tiempos que nos parecen transcendentes.

El desempleo ha llegado a superado la barrera de los 6 millones de personas y la economía española lleva 7 trimestres consecutivos en recesión. El gobierno habla y no dice nada; habla y queda claro que ha renunciado a cualquier política de empleo. La indescriptible ministra de empleo enuncia la solución para tanto desempleo: “Hay que crear empleo”. Tras tamaña proeza mental, permanece muda.
Mientras tanto, bajo el paraguas de una nueva denominación, el gobierno ha presentado como nuevas y como reformas viejos proyectos ya avisados y no culminados: Ley de emprendedores, Ley de unidad de mercado, la ley de reforma de las administraciones locales,…Nueva denominación para viejos productos, he ahí su afán reformista, consumido en la pirotecnia verbal
Entre líneas se lee que el gobierno desvinculará las pensiones del IPC. La Ley de desindexación o el factor de sostenibilidad vienen a significar que el gobierno se sacará un conejo de la chistera para el cálculo de los incrementos que quiera moderar; Así, por ley se fijará un límite a las revaloraciones  de las pensiones en contra de lo sostenido y pactado hasta ahora en el marco del Pacto de Toledo. Montoro, el Mortadelo del gobierno, comenta en la prensa de rueda que se hará para evitar las alocadas subidas de las pensiones ocurridas hasta hora.
Debemos subrayar que esta semana desde Europa se han dado señales de que se aceptará prolongar durante dos años el plazo para bajar el déficit público al 3% y a partir de ese momento…¡zas!, la prima de riesgo comienza a descender. No es nada extraño  postular un enlace causal entre ambas variables; los altos intereses de la deuda se vinculan con decisiones políticas austeras que benefician a los acreedores.
Como contraprestación el gobierno debe anunciar nuevas reformas, pero en realidad, las que piden desde Bruselas tienen que ver con el endurecimiento de las condiciones en el acceso a las pensiones y otras prestaciones sociales. De entrada la reforma anterior debe adelantar su plazo de entrada, la edad de jubilación serán los 67 años mucho antes de 2027. Y a partir de ahí, se iniciaría un nuevo proceso de endurecimiento: más edad, más cotización, menos pensión, etc.
Además, emergerá un factor de sostenibilidad, una fórmula que bloque el aumento de las pensiones de a cuerdo al IPC, mediante un nuevo índice y el mantenimiento de la relación entre pensionistas y cotizantes. El seguro de desempleo, que de creer a los neoliberales que nos rodean desincentiva la búsqueda de empleo, se acortará de 24 a 18 meses. Y otra nueva reforma laboral incrementará aun la devaluación a través del descenso de las condiciones de trabajo y empleo.
Quien domina el mercado puede posibilitar que el coste se centre en algunos de los participantes cuando no existe una estructura política que lo compense, y por mucho que se diga en Europa no existe tal unión política que compense los avatares del mercado común.
Ganar cuando pierden, mediante la designación de otro enemigo, de otro culpable, este otro de los ejes de la política que padecemos. Ya se nos ha olvidado que la crisis surgió por una falta de regulación en el mercados financieros y por la falta de control en las burbujas inmobiliarias. Ahora los culpables somos todos, que vivimos por encima de nuestras posibilidades. El estado social no se puede mantener pero podemos hacer públicas las deudas de empresas privadas (bancas o concesionarias de autopistas)
Pretenden pasar del estado social al estado subvencionador. El estado cada vez será un coto de caza de las empresas privadas, no disminuirá de tamaño porque las grandes obras solo las puede propiciar el estado; un AVE en cada pasillo de cada casa, una gestión privada en cada servicio público pero peores condiciones de empleo, y las empresas con red y si tienen pérdidas las haremos nuestras.
Y sin embargo, frente a tanta insidia y miseria las movilizaciones flaquean. La criminalización e incluso satanización de todos lo que protestan tiene sus frutos. La respuesta del PP y del gobierno frente a los escraches y manifestaciones en contra de los desahucios ilustra esta demonización del enemigo; se huye de cualquier debate y discusión, mientras se endurece la represión.
Pero, además,  la falta de esperanza, la desesperación no propicia la rebelión, sino la quietud y la calma... de los campos de concentración o de los guetos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario