Un ejemplo de escrache efectuado en la lucha contra los desahucios.
Estos días estamos asistiendo a una descalificación de la lucha contra los desahucios porque o bien sus métodos se aproximan a los de la kale borraka o porque alguno de sus dirigentes o partidarios apoyó una manifestación de presos vascos. Analizamos esta forma de argumentar
Comenzó las equiparaciones la desenvuelta
Delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cienfuentes, que denostó las
actividades de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) porque este
grupo había apoyado manifestaciones a favor de los presos de ETA y a otros
grupos filo-etarras en sus palabras. En realidad no es así, pues se trata de
una asociación vizcaína al margen del PHA la que apoyó aquella convocatoria.
Pero en cualquier caso, la argumentación por asociación carece de lógica;
alguien que defiende la lucha contra el desahucio apoya también a otros grupos
que apoyan a grupos de la izquierda abertzale que a su vez apoyan a presos,… No
se pretende argumentar sino presentar a la PHA como un grupo radical porque se
le equipara con el paradigma del radicalismo.
Días más tarde, la argumentación
se ha completado aduciendo que Sortu y Bildu apoyan la lucha contra el desahucio
por lo que ésta queda descalificada. Nuevamente, nos encontramos con una cadena
de asociaciones carentes de fuerza lógica. Ahora lo que se pretende denostar es
la propia lucha contra el desahucio. Son variadas las luchas sociales que
apoyan esas fuerzas vascas, desde la lucha antinuclear hasta el feminismo, pasando
por la lucha contra la tortura pero en ningún caso ese hecho les quita sentido
ni valor a ninguna de ellas, ni da razón a las posturas contrarias a esas
luchas.
Por último de la mano del
hooligan Rajoy y del bufonesco Basagoiti se ha procedido a descalificar la
lucha contra los desahucios porque usan los mismos métodos que la kale borroka
y son actitudes nazis. Seguramente éste es el meollo de la crispada actitud del
PP. Se está tramitando la Iniciativa Legislativa Popular sobre los desahucios y el PAH está recurriendo al escrache para
presionar a los diputados contrarios a sus puntos de vista. El escrache,
palabra argentina, designa las manifestaciones en el entorno de aquellos contra
los que quiere protestar. Es seguro que ese tipo de actos siempre ha existido,
si cierran una fabrica no han sido inusuales las manifestaciones en el domicilio
de los dueños e, incluso, se ha recurrido a la retención de los directivos en
medio de estos procesos de luchas contra las extinciones masivas. Es seguro que
se procura no traspasar los límites legales, porque si así fuera la delegada
del gobierno y otros sicarios intervendrían, no harían ruedas de prensa sino
detenciones. Estas formas de presión llevan parte mínima de la violencia que se está
sufriendo por la crisis a los paniaguados que están tras la barrera y soslayan la iniciativa
popular de manera autoritaria.Recuérdese que otros grupos, como los preferentistas gallegos, están recurriendo a este tipo de presiones estos días aunque el PP las airee menos.
Hace unos 60 años Leo Strasus
acuñó la expresión Reductio ad Hitlerum para calificar cierta tipo de
argumentación que rechaza un comportamiento o postura alegando que había sido
defendida por Hitler o por el partido nazi. Es una falacia de asociación, que
con diferentes protagonistas siempre ha estado presente en nuestra cultura. Se
busca la personificación del mal y luego se asocia con él un determinado
comportamiento que se quiere denigrar. También los nazis comían pan y bebían
cerveza. Y no por eso se argumentará en contra del consumo de esos productos.
Ahora el PP le pone boina y
procede a una Reductio ad Etarum para
descalificar los movimientos sociales que le molestan. Así el PP y el gobierno
nos muestran sus monstruos pero no sus
razones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario