El motorista fue proyectado desde la vía superior contra el suelo por el golpe de otro vehículo |
Esta mañana leía en los periódicos
la noticia de la muerte en accidente laboral de un motorista ocurrida en Getxo
(Bizkaia). No se trata de una accidente
in itinere, sino de un autentico accidente en el trabajo, el accidentado era un
repartidor de comida rápida que se encontraba trabajando en esos momentos. El
siniestro, por lo que parece, tuvo lugar al colisionar un coche contra la moto,
expeliendo al motorista desde el viaducto contra el suelo.
Algunas de las circunstancias del
siniestro o mejor dicho del accidentado me han resultado significativas. Se trata
de un hombre de 52 años, repartiendo comida rápida un domingo a las 11 de la
noche. Lo podemos percibir como una metáfora del cambio en las relaciones
laborales al que estamos asistiendo. Se pierden empleos en la industria (Fagor,
Edesa, Coca-cola,…), los ERE extintivos se
multiplican en las empresa productivas y se compensan escasamente con empleos precarios en el sector de servicios.
Pero también podemos visualizarlo como un síntoma
de la alteración en la vida laboral, en la carrera profesional de los
trabajadores. Hace unos años esos puestos de distribución de comida con
motocicleta eran característicos de una determinada edad; el producto, la precariedad
de las condiciones de trabajo, la imposibilidad de mantener con ese trabajo un
hogar,…condicionaban su aparición como primer empleo o empleo complementario al
estudio u otras actividades de los empleados jóvenes. Sin embargo, la edad del
fallecido, hombre ya maduro, y el momento en que se produjo, un domingo a la
noche, nos evidencia que esos empleos precarios también se han extendido a otros
momentos vitales. Es cierto que el Lester Burnham, el protagonista cuarentón de American Beauty, disfruta enormemente en su puesto de trabajo de la hamburguesería, pero eso era una película (la alegría la exigía el guión)y el accidente de ayer es real..Empleos de repartidor a los 52 años, un futuro poco alentador que nos sugiere que la realidad de los poors workers, (los trabajadores pobres) pobres a pesar de trabajar, amenaza nuestra relaciones laborales.
Las últimas informaciones afirman
que el conductor del coche, un joven de 20 años que conducía un 4x4, ha sido
detenido acusado de homicidio imprudente. Como excurso complementario se puede
añadir que ese hecho, la intervención criminal de un tercero, no invalida la
calificación como accidente laboral del siniestro; basta para ello recordar la STS de 20
febrero 2006 donde un homicidio doloso contra un trabajador camino de su casa fue
considerado accidente laboral in itinere.
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