lunes, 24 de febrero de 2014

142.Huelga en Euskatel, quién te ha visto y quién te ve

En la imagen una manifestación dentro de las jornadas de huelga de diciembre en contra de la externalización de 100 de los 500 puestos de la plantilla de Euskatel

Estos días hemos tenido noticia de la convocatoria de una huelga de 6 días en Euskatel por parte de un único sindicato. Entre el importante volumen de huelgas que se suceden en los últimos tiempos dedicamos esta entrada a  destramar esta porque nos puede servir de paradigma para otras similares.



De entrada detengamos un  momento en la empresa, Euskaltel, protagonista del sueño tecnológico vasco y remanso de políticos. Sin duda, tiene una interesante vertiente política, por ejemplo el senador del PNV Anasagasti ha afirmado que su posibilidad se incluyó entre las contraprestaciones secretas por el apoyo del PNV a la investidura de Aznar en 1996. Ahora, de repente ha descubierto la crisis y en esta empresa, como en otras creadas con dinero público, se producen cambios en el accionariado para hacer caja. Aunque la crisis sea una excusa perfecta que todo lo aguanta,  no debería de hacernos olvidar las decisiones erradas impunes para sus gestores, como la “guerra naranja” que le enfrentó a Orange y que terminó con la imposición a Euskatel de una indemnización de 222 millones a favor de esta empresa francesa. Al fondo nos encontramos con ese tipo de empresa impulsada desde lo público que se privatiza de tener éxito, o se socializan las pérdidas de ser un fracaso.

Por otro el convocante de la huelga, ELA, es un sindicato en solitario tras no conseguir que el comité de empresa la convocase. Aunque el art. 3.2 del RD 17/1977 no menciona a los sindicatos entre los posibles convocantes de una huelga, el art.2.d  de la LOLS reparó esa omisión y expresamente reconoce a las organizaciones sindicales el derecho al ejercicio del derecho de huelga. No es la primera vez que un sindicato  minoritario en el comité de empresa convoca por sí solo una huelga, pero también es de resaltar que en diciembre pasado ya tuvo lugar una huelga convocada por el comité de empresa, la primera en esta empresa, por motivos similares.
En el complicado mapa sindical vasco es innegable la presión para singularizar el mensaje que pesa sobre todas las organizaciones sindicales; aún así a veces nos surge la duda  si no se sobreactúa un tanto en ese proceso de diferenciación. En cualquier caso y respecto al sindicato ELA, es verdad que en un mundo donde los jóvenes maoístas se convierten en viejos Barrosos y Piques, la evolución radical y a contra corriente de este sindicato nacido a la sombra del PNV  resulta singular y llamativa.

Por último, el trasfondo de la huelga es la oposición a la externalización de los servicios técnicos básicos que pronostican el desmantelamiento de la empresa a juicio de los sindicatos. Es posible que en general estemos asistiendo tras el fordismo a una transformación de la empresa, que pasa de estar basada en el tamaño a fundarse en el control de los flujos, donde el eje se desplaza de la propiedad al control efectivo. Ahora bien, en este caso concreto parece que se trata de algo más prosaico. La subcontratación va dirigida a disminuir costes de manera directa, en un año record de beneficios, pero se intuye que puede ser el primer paso de una progresiva desestructuración de la empresa. De todas formas, la dirección parece que se está portando de manera artera, pues para soslayar la aplicación del mecanismo subrogatorio del art. 44 de ET, presiona para un pacto individual previo a la contratación con la subcontrata por el que el trabajador renuncia a su vinculación con Euskaltel. Aunque desconocemos los detalles de ese pacto,  salvo que se haya percibido indemnización por la extinción (véase en este sentido SSTSJ Cataluña 671/2007 de 25 enero o Cataluña 8106/2000 de 10 octubre), entendemos que no evitaría la aplicación de las garantías del art. 44 ET por aplicación del principio de irrenunciabilidad de los derechos.

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